Introducción
A caballo entre Sant Vicenç de Torelló y Sant Pere de Torelló, con el río Ges a los pies, se hallan los restos de lo que fue el balneario de aguas termales Fontsanta, construido en 1847. La situación junto al río, las fuentes medicinales, los jardines y el paisaje de su entorno lo convirtieron en un lugar de encuentro para los vecinos y la burguesía barcelonesa.
Tres fuentes alimentaban el balneario: la Font Pudenta (literalmente, la fuente maloliente), con aguas sulfurosas bicarbonatadas; la Font del Ferro (fuente del Hierro) con aguas ferruginosas; y la Font del Raig (fuente del caño o chorro), de la que brotaba agua normal. Hoy en día las tres fuentes se encuentran en ruinas y apenas sale agua.
En dirección al río encontramos dos emblemáticos robles pubescentes(Quercus pubescens) centenarios. Cerca de los robles encontraremos dos de las fuentes. Cerca del mayor encontraremos la Font Pudenta y, próxima al roble más pequeño, la Font del Ferro. También formaba parte de los jardines un gran alerce (Larix decidua) que seguro producía el júblio de la gente que venía a descansar y a relajarse.
Tras la Guerra Civil el edificio se abandonó y hoy en día solo quedan las paredes maestras y muchos escombros. Es recomendable observar fotos antiguas de la zona.