Introducción
Nos encontramos ante un ejemplar de encina (Quercus ilex) que podría ser bicentenario y que a juzgar por su imponente tamaño podemos deducir seguro que hace un montón de años que se encuentra en esta hondonada. El tronco de esta encina presenta un perímetro de 375 centímetros. Una parte del tronco principal, sin embargo, está dañada, ya que ha quedado vacía. Aun así, el resto de tronco y el árbol en general se encuentran en buen estado tal como demuestra la notable copa verde de mucha anchura y abundante ramaje.
Ya hemos comentado anteriormente que los encinares han sido explotados tradicionalmente. Este ejemplar, pero, no ha sufrido ningún tipo de aprovechamiento humano ya que se encuentra en un terreno difícil de explotar agrícolamente. Por eso ha llegado a alcanzar estas dimensiones.
En este punto del itinerario estamos recorriendo la urbanización de Can Amat que debe su nombre a la masía de Can Amat, que estamos bordeando por debajo. No tenemos un acceso directo a la masía ya que se accede sólo a través de caminos particulares. Cabe mencionar, pero, que se trata de una masía de grandes dimensiones que data del siglo XVI. Al igual que Can Palet tenía una gran influencia sobre el territorio en el pasado.