Introducción
Nos encontramos en uno de los lugares más bellos del curso de la riera de Sanana, tramo también conocido como de Can Còdol por su proximidad con la masía, dentro de un cierto desfiladero, aunque de ancho lecho, pero con casi verticales laderas a ambos lados. El paso del agua y la erosión del rocoso lecho, básicamente formado por roca conglomerada, forma una serie de pasos, cavidades y pequeñas pozas de una cierta belleza. Vale la pena distraerse aquí un rato.
Si se es curioso y de espíritu naturalista, en los charcos del arroyo viven comunidades de anfibios, culebras o serpientes de collar y macroinvertebrados, entre otros, que nos indican de la buena calidad del agua. La principal amenaza de esta fauna, sin embargo, son los estiajes, época de pocas lluvias que disminuye el caudal peligrosamente, con episodios esporádicos de casi total sequía. La voz popular hace referencia también a los cangrejos de río autóctonos y espinillas años atrás, pero actualmente no se tiene constancia de estas especies.