Introducción
Nos encontramos en los campos de Viladomat. Hoy en día son pastos, pero antes posiblemente eran cultivos de cereales y forrajes. Estas claros de campos tienen un gran valor ecológico ya que generan un mosaico vegetal que favorece la biodiversidad. Veréis pájaros, mariposas y muchos otros animales que en el interior del bosque no se encuentran. Hay uno que podréis ver que, a pesar de ser propio del bosque, por las noches y madrugadas pace por los márgenes de estos campos un pequeño cérvido: el huraño corzo.
Cuando lleguéis al Mas, veréis una fila de olmos junto al camino. La primera mención al Mas aparece en 1127. Esta casa consta de tres pisos: en la planta baja están las cortes y los establos, y las dos plantas superiores sirven de vivienda. Se accede a la primera planta por la era, que se encuentra al mismo nivel y está ubicada en la parte norte. La era separa la casa de un gran henil, característica de las casas de la zona, donde se guardaba la hierba o forraje secado para alimentar el ganado en invierno.
Pasado el mas, mirando la montaña, se ve el castillo de Roset y los collados de la Gotzera y Tastanós con la Esquena de l'Ase detrás.