Introducción
En este punto de la ruta, y en nuestro alrededor, encontramos un área dominada por el eucalipto, seguramente debido a una reforestación antigua.
El eucalipto (Eucalyptus globulus) es un árbol originario del sudeste de Australia y de la isla de Tasmania. Necesita suelos húmedos para poder llevar a cabo su rápido crecimiento.
En España se introdujo esta especie a mediados del siglo XIX y se dice que fue Rosendo Salvado, un clérigo y misionero español que fue a evangelizar Australia y llevó los árboles en Galicia. Hoy en día es allí donde encontramos mayor densidad de eucalipto en la península, junto con Asturias, Vizcaya y Cantabria.
Es un árbol invasor que rebrota mucho y desertiza el suelo debido a la alta necesidad de agua y de nutrientes. Sus hojas, cuando caen y se descomponen, liberan sustancias tóxicas que evitan que otras plantas puedan crecer cerca de ellos.
El eucalipto suele crecer entre 30 y 55 metros de altura pero a Tasmania llegan hasta los 90 metros.
Sus hojas tienen propiedades anticatarrales y expectorantes. Son antisépticas y hacen bajar la fiebre.