Introducción
Este llano con un tono oscuro en el que nos encontramos corresponde a una plaza carbonera. Estas plazas estaban situadas en medio del bosque, cerca del combustible, en este caso leña de encina de la que se obtenía un buen rendimiento. Si nos fijamos, las encinas tienen varios pies y no muy gruesos para facilitar el trabajo del carboneo.
El carboneo consistía en transformar la leña en carbón mediante una combustión incompleta. El proceso de carbonear comprendía varias fases, como la de corte y recogida de leña, la construcción de la pila, el encendido, el cocido, la extracción y el desembosque. El proceso de carbonización podía durar entre una semana, las más pequeñas, y dos meses, las más grandes, y un mismo carbonero podía hacer 7 u 8 carboneras al mismo tiempo. Unos metros montaña arriba encontraremos otra carbonera en el camino de vuelta.
La vida de los carboneros se desarrollaba en el mismo bosque donde estaba construida su barraca, mientras duraba el proceso de combustión de la pila de carbón.
El oficio de carbonero era muy poco valorado económicamente y socialmente.