Introducción
Este prado, tiempo atrás, era un bosque de pino negro. Los usos forestales y ganaderos lo transformaron en un prado. Por este motivo, cuando la presión baja o los usos desaparecen, los matorrales de enebro y algún pino negro joven tratan de ocupar de nuevo el espacio.
Estas claros son zonas de fácil observación de pájaros, donde encuentran semillas e insectos para comer.
Destacamos el rosal silvestre. Su nombre científico, Rosa canina, ya nos dice alguna característica suya. Los aguijones de los tallos recuerdan los colmillos de los perros, de ahí su nombre en latín.
El fruto del rosal silvestre (foto) tiene un efecto astringente, antidiarreico y diurético. Es vitamínico, especialmente aporta vitamina C. Además, activa la circulación sanguínea y es un buen protector capilar. Las flores le confieren una acción suavemente laxante y mejora la tónica general. Y por último, las hojas, actúan como buenos cicatrizantes en uso externo.