Introducción
Corylus avellana
Nos acercamos al curso del Freser y, a ambos lados del camino, podemos observar unos pequeños árboles que no presentan un tronco definido, sino que constan de multitud de pies (foto): se trata de avellanos.
Los avellanos crecen en las laderas, en los fondos de valles fluviales y barrancos, en zonas sombrías y frescas, asociados frecuentemente a hayedos y robledales.
Su fruto se aprovecha en repostería, para chocolates y como fruto seco. Encontramos en su aceite interesantes aplicaciones para la alimentación y para la industria de pinturas y lubricantes. Sus ramas largas y flexibles se utilizan para la confección de cestos, y las más gruesas para los aros de los barriles. En medicina se han utilizado la corteza y las hojas como astringente, para detener las diarreas, las hemorragias y para aumentar la tensión sanguínea.