Itinerario 3: De Ribes de Freser al Pla de Erola

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Hacia el Espacio de Interés Natural de la cabecera del Freser

Salimos del castillo de Saant Pere, del siglo XI, dirección Can Nadal, en Ribes Altes. Al ganar un poco de altura, ya se abren unas espectaculares vistas sobre la parte alta del valle del Freser, con la sierra de Les Pedrisses, donde se adivina el desfiladero de Núria. A nuestra espalda, el Taga y, hacia el este, el pueblo de Pardines.

El camino, estrecho y flanqueado por bojes, va dejando entrever de vez en cuando los pueblos del valle. Batet, al otro lado del Freser, es el primero en aparecer, rodeado de prados de siega y árboles caducifolios. Fresnos de hoja estrecha, avellanos, robles y, en menor número, cerezos, álamos temblones y bardagueras o sauces cabrunos. El boj y otros arbustos de zarza como los saúcos y rosales salvajes o escaramujos ocupan el estrato inferior.

Al ir subiendo, los prados de siega y el bosque caducifolio dejan paso a un bosque más homogéneo de coníferas. El bosque de la Villa pertenece al municipio de Ribes de Freser. Es un monte de pino albar mezclado con pino negro, más propio del estajes superiores. Los arbustos del sotobosque ahora han sido sustituidos por rododendro o bien por alfombras de arándanos. El rododendro, cojín leñoso, que florece espectacularmente en verano, es abundante en los pinares de pino albar o silvestre. Acompaña también el arándano, más abundante, sin embargo, cuando es el pino negro el que domina. Los arándanos son de frutos comestibles ricos en vitamina C y propiedades medicinales en las partes verdes. Son muy apreciados en los países nórdicos para hacer mermeladas y en nuestra casa forma parte de la dieta del oso allí donde se encuentre.

En la parte baja del recorrido, entre prados y árboles caducifolios, vive un pequeño herbívoro ungulado: el corzo. En las partes altas de prados alpinos y roquedos, la gamuza, también pequeño herbívoro, se encuentra más cómodo.

El pito negro y el mochuelo boreal son pájaros representativos de estos pinares, aunque resultan muy difíciles de ver. El pito negro, sin embargo, es más posible detectarlo por su canto o por el sonido que emite al taladrar la corteza de los árboles en primavera.

El refugio del llano de Erola se halla en una aldea agradable para descansar y reponerse de la subida constante. Encontramos un mirador maravilloso hacia las cumbres que rodean la cabecera de Freser. Debajo, los pueblos del Serrat y Queralbs salpican los bancales de prados. Al norte y de izquierda a derecha, si el día lo permite, poréis ver el Puigmal (2.910 m), Finestrelles (2.829 m), el albergue del pico del Pic de l'Àliga (literalmente, del pico del Águila), el Torreneules Gran (2.726 m) y el Petit y, más cerca de nosotros, a la derecha de todo, el Balandrau (2.584 m).