Introducción
Estamos en los llanos de la Modoló. Enfrente tenemos el collado de la Clapa.
La tala del bosque de pino negro deja paso a estos pastos altimontanos donde los rebaños se están de junio hasta octubre, cuando bajan al valle para pasar el invierno y alimentarse del heno segado en los prados.
La permanencia de estos pastos se asegura gracias a la presión ganadera, pero hay que saber que hay otra fauna que se beneficia de estos espacios abiertos.
Es territorio de perdiz pardilla (foto), de liebres y también de rebecos que bajan a pastar aquí cuando la hierba amarillea en las cotas altas. La cumbrera de la sierra que baja se llama de la Perdiu (en castellano, perdiz). Bandadas de llamativas grajillas o los silenciosss zorzales charlos, entre otros pájaros tanto insectívoros como granívoros, pastan estos prados en busca de alimento. El águila real encuentra un espacio abierto donde poder cazar liebres.
En los prados, aparte del azafrán de montaña también se hacen setas como las senderuelas y las setas de San Jorge.