Introducción
La isla de Reixac (illa d’en Reixac), tal como su nombre indica, era una de las islas que se formaban en el centro del estanque de Ullastret, ara prácticamente desapercibida uno 150 m más allá del otro lado de la acequia conocida como Rec Traient, que vamos siguiendo desde el manso de la isla, y uno de los responsables de la desecación del estanque.
El lugar, antiguamente, con la presencia del estanque, debía sesr muy provechoso, ya que justo sobre la superficie de la antigua isla se encuentran los restos desde un poblado ibérico excavado durante los años 80 y 90 del siglo pasado, coetáneo y complementario del poblado del Puig de Sant Andreu, hacia donde nos dirigimos a continuación.
En el Rec Traient crece una buena franja de carrizo (foto), una de las gramíneas autóctonas asociadas a ambientes acuáticos más representativas de nuestra tierra y de una cierta importancia ecológica y cultural.
De entrada el carrizo ofrece, aquí en medio de los campos, una franja de refugio para algunas especies de pequeños pájaros y otros, como pequeños anfibios, reptiles y mamíferos). También tiene cierta capacidad natural de regeneración de las aguas; por esto, a menudo se utiliza como depurador en la recuperación de pequeños estanques y otros puntos húmedos.
Por otra parte, el carrizo es un buen aliado de los artesanos y otros oficios que, con sus tallos secos, elaboran techos, estoras, cortavientos, escobas..., aunque se está perdiendo.