Introducción
Estamos en un monte secundario a 267 m de altitud.
El macizo del Montgrí, visto desde donde nos encontramos en gran parte de su extensión, no es más, geológicamente hablando, que un gran afloramiento de roca calcárea provocada por una serie de fallas orientadas de este a oeste. Evidentemente, este crecimiento se produjo hace mucho tiempo, bastante como para que el aspecto actual de la montaña ya sea fruto de la erosión general y de los fenómenos cársticos; es decir, la formación de simas, cuevas y dolinas, de las que cabe destacar el Cau del Duc ya mencionado y la Cova dels Óssos, aunque hay unas cuantas más.
El macizo presenta una altura creciente de norte a sur, donde están las alturas principales, dos de las cuales hemos hecho; el Montgrí, propiamente dicho, donde está el castillo, y el Montplà. Justo tras la primera carina está el valle de Santa Caterina y, siguiendo la alineación, la zona de las Maures, con la Torre Moratxa y Roca Maura, puntas ya próximas al poble costero del Estartit. Ya dentro del mar, el archipiélago de las Islas Medas constituye, de hecho, la prolongación más oriental del macizo. Al norte encontraremos la cresta secundaria que desciende prácticamente hasta Bellcaire d’Empordà, donde estamos ahora y que separa el valle de Santa Caterina de la llanura del antiguo estanque de Bellcaire, por donde pasaremos después. Más al noreste encontramos el altiplano de la montaña Gran, que se extiende hasta tocar Cala Montgó entre los 100 y los 150 m de altitud, aproximadamente. La zona costera, de la playa de Riells de l’Escala hasta el Estartit, es una sucesión abrupta de acantilados rebajados en algunos puntos por las arroyadas que conducen a calas pequeñas y escondidas.
La zona que queda entre el Montplà y la Torre Moratxa, más llana, es, de hecho, un conjunto de dunas continentales procedentes de la bahía de Roses, actualmente cubiertas por extensos pinares a causa de los trabajos de fijación de finales del siglo XIX y principios del XX, que se extiende desde el collado de las Sorres hasta prácticamente las primeras urbanizaciones de l’Escala.