Introducción
Conjunto de grabados prehistóricos sobre un afloramiento de gneis. En la primera piedra se observa un conjunto de 11 cazoletas simples, 9 cazoletas unidas por un reguero y 2 grabados cruciformes, uno de cruz latina y el otra de base barrada. En otra piedra, a 200 metros al este, hay una inscultura aislada con una figura antropomorfa. Fueron descubiertas por el geólogo Carles Roqué. Este tipo de grabados son una manifestación artística propia de la cultura megalítica y están hechos por percusión directa sobre la roca. Se encuentran de forma persistente alrededor de dólmenes y monumentos de esta cronología prehistórica.
La cueva-dolmen es un tipo de sepultura megalítica que aprovecha una cavidad natural como cámara funeraria. Se cierra la cueva con dos paredes laterales de piedra seca y se construye un corredor con losas de gneis y un túmulo frontal. Se recuperaron varios fragmentos de cerámica hecha a mano que permitieron datarla en la segunda mitad del tercer milenio aC y se restauraron los muros de cierre y reconstruyó el túmulo para reforzar el corredor. El acidez del suelo no permitió que se encontrara ningún resto humano dentro de la cámara. Este tipo de tumbas, denominadas alternativas, se sitúan en un contexto en el que hay un aumento de la demanda de sepulturas.