Introducción
Vale la pena detenerse en este grupo de casas y masías: observad con detalle las fachadas, las texturas, los colores y el ambiente general que se respira. La proximidad de la riera de Llémena y el verdor y la frondosidad de la vegetación que rodea la zona (robles pubescentes, arces blancos, avellanos, fresnos y algún chopo), así como también los cantos de los pájaros que viven allí, son elementos que amplifican aún más la sensación mágica de este rincón.
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