El volcán de la Banya del Boc

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Románico en medio de volcanes

En medio del llano de Sant Joan, donde dejamos el coche, podemos ver los principales relieves que rodean este sector del valle. Un panel explicativo nos ayudará a orientarnos porque nos muestra el recorrido que haremos por el volcán de la Banya del Boc. Además, otro cartel nos indica que estamos en el "Camino de Llémena", que atraviesa el valle de sudeste a noroeste.

Paseamos entre campos de cereales y colza dirección noroeste. A la izquierda, al poco rato, ya vemos la ermita de Sant Joan Baptista y, en segundo término, el imponente risco de Sant Roc. Llegamos a una pista forestal y empezamos a subir entre el Puig de la Banya de Boc y el Serrat dels Rasos. Entonces, se nos hace visible el risco de Rocafesa.

Al comienzo de la subida, un indicador nos orienta de nuestra dirección hacia el volcán de la Banya del Boc. Una pequeña zona extractiva, ahora parada, nos confirma la naturaleza volcánica del material del suelo en forma de gredas. Domina el encinar con robles pubescentes dispersos, madroños, cornejos al borde la pista y el helecho, concretamente el culantrillo dorado o negro, debajo de todo.

Una vez arriba, atravesando cultivos y pastos, llegamos al cráter del volcán. El camino hace un largo pasillo con recortes de cultivos fértiles rodeados de pequeñas colinas recubiertas de encinas y robles.

En el cruce del collado, tomamos el camino que baja para iniciar el descenso hacia Llorà. En la primera curva podemos seguir la pista que sale hacia la derecha; así, vamos por un camino de umbría hasta las ruinas del Mas d'Hortaló, donde podemos disfrutar de unas buenas vistas panorámicas. A continuación, habrá que retroceder y volver a la pista que baja para proseguir la ruta.

Una vez en Llorà, antes de cruzar la carretera, existe la opción de desviarse momentáneamente de la ruta para visitar la iglesia románica de Sant Pere y el núcleo histórico del pueblo.

Seguimos yendo a buscar de nuevo el trazo de la riera de Llémena junto al camino de Llémena. El canto de los pájaros, los arces blancos, los robles pubescentes, los saúcos, etc., refuerzan la sensación de frescura. Avanzamos dirección el vecindario de Sant Medir, donde el tiempo parece haberse detenido.

Más adelante, vemos a mano izquierda un camino y un puente de madera que podemos tomar si queremos visitar la capilla de Sant Medir, que queda unos metros torrente abajo. A continuación, aunque un rótulo nos recomienda ir por Peradalta, nosotros iremos en dirección el llano de Sant Joan por la Pellonera.

Así pues, rodeamos el volcán del Clot de l'Omera pasando por la casa de la Pellonera. Si continuamos sin desviarnos, el camino sube suavemente; pasaremos junto a una torre eléctrica y saldremos al km 15 de la carretera principal. Y a pocos metros, ante nosotros, ya veremos el punto donde hemos iniciado la ruta.