Introducción
Cruzamos de nuevo el río bajo un bosque de ribera estrecho por la poca relevancia de su caudal que hace que la influencia fresca de las orillas sea baja, pero sobre todo por la presión de la agricultura que se ha ido acercando tanto como ha sido posible a su cauce.
Pasamos bajo unos magníficos fresnos de hoja estrecha y arces blancos a tocar. Los fresnos son de segunda fila, retirados del cauce. Más cercanos al agua siempre encontramos los chopos, cuando los hay. El follaje del fresno se empleaba como forraje para el ganado, sobre todo cabras. La madera resistente, flexible y fácil de trabajar era muy utilizada para hacer mangos de herramientas. Propiedades diuréticas y antirreumáticas en medicina popular.
Los chopos con sus copas columnares nos marcan, de lejos, la traza del río.
En el lecho los saúcos llenan el río de flores aromáticas (se hace miel) y, en los claros donde no hay ortigas, los bonitos equisetos o colas de caballo llenan los huecos.
Delante mismo, pasado el puente, encontramos un bonito nogal, como siempre árbol aislado en los márgenes de los campos, caminos viejos o masías. Sabías que las hojas tomadas en infusión hacen disminuir los niveles de azúcar en la sangre.