Introducción
Los campos de cereales son abundantes, principalmente de cebada. También se hace trigo y girasol. En la parte baja del valle, la más húmeda, encontramos campos de leguminosas forrajeras como la alfalfa. Normalmente la alfalfa se hace en regadío. Aquí, sin embargo, lo más importante no es tanto la producción de la alfalfa, sino incorporar una planta para permitir la rotación de cultivos (por no sembrar siempre el mismo) y, a la vez, fertilizar el campo en nitrógeno, aportado por la alfalfa de manera natural.
Allí donde los suelos son delgados y secos, se hacen hermosas comunidades monoespecíficas de tomillo. Son los tomillares. Si recordáis, en el otro lado del itinerario, por la zona de la encina de Clarà, hemos visto alguna otra. Antes de la floración es cuando más concentración de aceites esenciales tiene la planta.