Introducción
Justo antes de cruzar el barranco de Sant Pere en dirección al monasterio, encontramos una gran roca de conglomerado o roca fabada, encima de la cual viven algunas plantas adaptadas a las rocas y a los ambientes frescos y sombríos.
Destacamos la presencia de dos especies en concreto. Por un lado la oreja de oso, hierba peluda o tosera, este último nombre recibido por sus aplicaciones medicinales contra la tos. Es considerada un fósil viviente de la vegetación tropical que hace más de 20 millones de años ocupó los Pirineos. Por otro lado, también destacamos por su belleza la corona de rey o saxígrafa (foto) que florece entre los meses de mayo y agosto, después de los cuales la planta muere. A pesar de su belleza la planta tiene unas potentes propiedades abortivas, lo que hacen de esta una planta bastante peligrosa, pudiendo incluso llegar a provocar la muerte si las cantidades ingeridas son muy elevadas.