Introducción
Debemos cruzar el prado en diagonal hacia la esquina superior.
El mosaico de campos de pasto y bosque, es un hábitat ideal para un pequeño cérvido que estos últimos años ha ido en aumento: el corzo.
Si vamos poca gente sin hacer ruido, se puede sorprender alguno pastando por el umbral del bosque. Come hierbas y brotes tiernos.
El macho tiene cuernos que pierde al llegar el invierno y le vuelven a salir en primavera, alcanzando su mayor desarrollo en julio. Es en verano cuando entra en época de celo y las utiliza tanto para luchar con otros machos como para marcar el territorio, hace escarbaduras en el suelo y se frota en las ramas de los arbustos.
Si caminando oye como el ladrido de un perro dentro del bosque, probablemente es un corzo que os ha descubierto y emite la señal de alerta. También utiliza este reclamo sonoro para comunicar a otros machos su territorio y avisar a las hembras de su presencia.
Si encuentra una cría acostada en un campo, no la toque. La madre, al oler el olor humano, la podría abandonar.