Introducción
Este caminos conectaban los pueblos, sus gentes y el ganado. Eran caminos empedrados, al menos los tramos más derechos, y con muros de piedra seca en los lados. Los muros evitaban la entrada de animales dentro de los campos. También servían para cerrar el ganado, cuando en bajarlo de los pastos de verano se aprovechaba los últimos rebrotes de hierba antes de la llegada del invierno.
Cuando todo eran pastos, la vegetación arbórea restaba arrinconada en los torrentes, cerca de las casas y en las orillas de los campos. Árboles caducifolios de los que se aprovechaba la madera y el follaje verde como forraje: fresnos, arces y robles son los más presentes.
El arce (Acer monspessulanum), muy presente en los bordes del camino, toma un bonitas coloraciones anaranjadas en otoño.