Introducción
Nos encontramos bajo la influencia del barranco de Pamano. El bosque intenta subir por la solana, aprovechando la humedad de los barrancos, como este que acabamos de cruzar.
Aquí encontramos a unos de los arbolitos más bonitos en otoño: el arce (foto).
El camino, no tan transitado, vuelve a estar lleno de hierbas ruderales de todos los colores: geranios silvestres, cerrajas, milenrama, zanahoria silvestre, hinojo de montaña o tréboles, entre otras.
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