Introducción
Encontrará un panel que habla del castillo y otro del pueblo, justo donde estamos ahora bajo estos pinos plantados. En frente del panel está la cubierta de una cabaña de vuelta.
Desde el mirador, si el día es claro, se puede ver hasta la sierra de Prades.
Este es un buen lugar para observar el paisaje de la Segarra: un relieve ondulado formado por pequeñas sierras, colinas y cerros, con mesetas y anchos valles planos que bajan hacia las llanuras de la depresión central catalana alternando los cultivos de secano con las manchas de bosquecillos de encinar continental.
Si miramos hacia el castillo, cerca de la hermosa torre de homenaje, del siglo XIII, podemos ver quizás una especie de cuervos, muy adecuadas al lugar. Pero no son cuervos, sino grajillas. Son más pequeñas y con la nuca de color gris y el ojo claro. Hacen el nido en los agujeros de los tejados o de los muros. Su canto es ruidoso. Viven en colonias y comen gusanos, semillas y frutos. Gorriones y estorninos son otros pájaros que les hacen compañía a menudo.
Saliendo, al fondo, junto a la capilla de Sant Pere verá el pueblo de Palou, hacia donde nos dirigimos.
Foto: De Darkone - wikimedia.org