Introducción
Su historia se remonta muchos años atrás. Según la tradición, la fuente se descubrió por accidente: un niño cayó a un pozo y su madre bajó a rescatarlo pero, cuando volvió a la superficie, estaba mareada por la inhalación de gases. A raíz de este hecho, se descubrió que el agua en cuestión contenía gas carbónico y tenía un sabor picante.
Este es un lugar emblemático del pueblo. Antiguamente, concurría gente de toda la comarca, que paseaba por la zona y pasaba los días de ocio, disfrutando del agua picante de la fuente con los típicos anises del pueblo.
El descubrimiento de las aguas mineromedicinales a mediados del siglo XIX propició la construcción del Balneario Prats. En 1900, se construyó el paseo que va hacia la fuente y también el parque que lo rodea. Y en el lugar del balneario, se edificaron el chalet y la planta embotelladora del Manantial Burriac, que funcionó hasta 1976. Después, la fuente quedó en el abandono, hasta que el Ayuntamiento la adquirió a principios del siglo XXI, la restauró y convirtió la zona en un parque público muy concurrido actualmente.