Introducción
Algunas fuentes de Casserres tienen su origen en las rieras, pero otros coinciden con fracturas de las rocas que facilitan el paso del agua por su interior.
Para mucha gente y hasta hace pocos años, la única manera de obtener agua potable era cogerla directamente de una fuente que, en estado natural, no siempre sale formando un chorro, sino que suele salir a ras de suelo y formando un lodazal, por lo que se hace difícil recoger agua. Por este hecho, desde tiempos antiguos encontramos estas surgencias modificadas por la mano del hombre, con construcciones (depósitos, cisternas...) de piedra, ladrillo, etc., que recogen el agua y la hacen salir por boquillas o grifos que permiten beber y llenar cántaros.
Estamos en la acequia de la Balma, el agua procedía de una veta de la acequia que riega toda una zona de huertos cercanos a las casas del núcleo de Casserres. Esta agua ha dejado de brotar y la fuente se ha secado, tal vez relacionado con la pérdida de la fuente de Solà, enterrada durante la construcción de la variante de la BV-4132.
El entorno inmediato alterna una vegetación propia de ribera con sauces, chopos y algún aliso asociados a arbustos como el espino blanco, el cornejo y la zarza, típicos de los zarzales de lugares sombríos.