Introducción
Estamos en la sierra de Vilella y podemos ver la casa y los llanos debajo. Cal Vilella forma parte de los caseríos dispersos, este sin embargo, con una capilla dedicada a Santa Eulalia.
Alrededor de las masías, los terrenos más llanos y en los bancales que se iban ganando al bosque, montaña arriba o abajo, se cultivaba y se hacían pastos para el ganado ovino y vacuno.
Eran explotaciones pequeñas que se aprovechaban: en verano, las más alejadas, cuando los animales subían a las partes altas de la montaña (collado de Pal) y en invierno, las que había cerca del caserío, para los animales de corral.
El relieve accidentado hace que la ganadería y la agricultura no fueran demasiado fáciles. Por el contrario, otros recursos naturales como la minería (carbón) y el bosque (pino albar y roble) para madera o leña, sí fueron importantes.
Estas llanuras, aún hoy, parecen estar activas y sirven de pasto a pequeños rebaños de vacas de carne.