Introducción
A la derecha del camino tenemos una típico pinar de pino rojo con sotobosque pastado. No obstante, aprovechamos para explicar que el tipo de bosque más general que nos acompaña en esta parte del itinerario es el mixto de roble pubescente (Quercus pubescens), o con especies híbridas con este, y pino silvestre (Pinus radiata) sobre suelo calcáreo, con sotobosque abundante, por tanto, de boj.
Cuando los robledales fueron sometidos, de manera general y repetitiva, en explotación forestal, el crecimiento más rápido de pino rojo hizo que esta especie invadiera estas superficies y, actualmente, se mantiene, ya que también fue una especie favorecida por a tener un crecimiento más rápido. Además, la madera del pino silvestre es igualmente muy apreciada, y se destina a la fabricación de muebles, parquets, puertas, en la construcción, embalaje, para hacer cajas, revestimientos de barcos, postes de la luz y para las travesías de ferrocarril. Es también un tipo de bosque muy propicio para las setas, como el apreciado níscalo.
Es un bosque propicio a ciertas alturas de la montaña media como las que nos encontramos ahora mismo con un clima medio europeo submediterraneo. No obstante, si se abandona la explotación forestal y las talas regulares del bosque, que favorecen la presencia del pino rojo, el roble se irá imponiendo lentamente, abundando cada vez con mayor preponderancia. En otoño suele ser un bosque que presenta unos bellos contrastes entre los amarillos, marrones y ocres de las copas del roble y el verde de los pinos.
En los rincones más soleados, la encina, en la zona de transición entre la más del litoral y la más continental y de climas más extremos, también crece sin problemas.
Si miramos hacia la izquierda podemos ver la casa del Vilaró en toda su presencia. Más a la izquierda, casi a nuestras espaldas, ya se puede ver también la colina del castillo de Lluçà, hacia donde haremos camino.