Introducción
La Alfarería Arpí es popularmente conocida con el nombre de "Cal Gerrer". Es un proyecto de Francesc Arpí que se acabó de construir a mediados del siglo XIX. El nieto Pere Arpí Massana continuaría el oficio de alfarero hasta que comenzó la Guerra Civil. El centro de producción seguiría siendo importante hasta 1945.
Se trata de una casa urbana con varios pisos de viviendas. La fachada mantiene un esquema simétrico de composición con un balcón de balaustrada de barro donde hay decoración zoomorfa y vegetal en los límites de las balconeras del piso hecho con rebozados. En el piso superior contiene ornamentación con elementos cerámicos (ménsulas, flores de lis...) de la fábrica Arpí. Encima de los balcones figuran dos murciélagos de cerámica vidriada.
Cal Gerrer es como un museo al aire libre donde se muestran expuestas las más variadas formas y materiales producidos por la casa, todos hechos de barro y cocidos al fuego, muchas de las piezas con una calidad artística que sobrepasa la simple calificación con barnices o de simple terracota, lo cual hace que la fachada sea absolutamente ecléctica, sin que se pueda definir de un estilo concreto. Aunque no es modernista, pues, esta casa nos interesa especialmente. Hay que detenerse y mirar con atención las diferentes piezas. Tres generaciones de Arpí se dedicaron a la producción de objetos cerámicos, tanto domésticos como para la decoración arquitectónica. Muchos de los elementos cerámicos que se hicieron en este edificio están repartidos en diferentes casas de la villa, de las que no se tiene un catálogo bien definido ni establecido.
Destaca, por su volumen, el gran balcón de lado a lado de la fachada principal, muy ecléctica, a la que se puede acceder por tres aberturas distribuidas simétricamente. Los paneles son cuadrados con elementos florales, las serpientes encrespadas de las jambas, el gordo murciélago negro que corona los dinteles.
Una de las anécdotas más singulares de este edificio es que el Cónsul de El Cairo decidió fijar su residencia en el primer piso, que era el más grande y lujoso. Como explica Frederic Cabanas en su libro “San Cugat, orígenes e historias de un pueblo y de una familia” esto llenaba de orgullo al conocido Peret Gerrer (Pere Arpí Massana), quien presumía también de haber acogido a un rey del que nunca trascendió el nombre. Frederic Cabanas también explica que durante su visita, este rey tuvo la necesidad de ir al baño. Es por eso que era conocido en el pueblo como lavabo real, la comuna más grande y lujosa del pueblo que tenía el tamaño de un comedor.
Desde el año 2006, el edificio ha sido sometido a un largo proceso de restauración. Después de muchos años de estar en un estado ruinoso y decadente, el edificio ha recuperado todo su esplendor.
Además, el interior ha sido musealizado y acoge tres exposiciones permanentes y una temporal. La primera parte cuenta la historia de la familia Arpí y explica la trayectoria y producción que tuvo la fábrica. La segunda parte muestra la vida y el legado histórico-artístico de los hermanos Cabanas-Alibau, que tuvieron una gran relevancia dentro del mundo artístico local. Finalmente, se puede ver la exposición dedicada a Marilyn Monroe, que muestra una gran cantidad de objetos y libros pertenecientes a uno de los iconos más importantes del siglo XX, fruto de más de 35 años de coleccionismo de Frederic Cabanas.