Introducción
Bajamos por la cresta de la loma de la Punxa. ¡Qué diferente es el paisaje vegetal!
Se abren vistas al Montseny y en frente vemos el hayedo en la umbría del monte de Eugassa, contrafuerte de la sierra de Cabrera, de la que vemos pequeños cortes rocosos.
En la cresta, el suelo delgado encima de estos greses calcáreos (roca sedimentaria formada por cementación de arenas del antiguo mar que ocupaba la llanura de Osona) y la solana hacen que los robles sean estrictamente pubescentes (de hoja más pequeña que los anteriores) (foto), y que aparezcan las encinas. El encinar de montaña es favorecido por la inversión térmica de la llanura entre los 600-900 m. Cuando ganamos altura, el frío penaliza el encinar y vuelve el robledal. El boj sigue siendo el arbusto dominante, junto con enebros y aliagas.