Introducción
Como vemos a ambos lados del camino y en toda la vertiente del monte de Sant Joan, los prados de siega son el cultivo principal. El bosque que veíamos antes en la Alta Garrotxa aquí ha desaparecido (se ha hecho desaparecer) para dejar lugar a los prados, algo lógico cuando la ganadería ha sido un recurso económico tan importante. Aún quedan salpicaduras del antiguo bosque con fresnos y cerezos silvestres (unos metros más adelante).
Estos prados (de gramíneas o leguminosas) se guadaña para recoger la hierba que se convierte, después de secarse y fermentar formando bolas, en heno: el alimento que se dará al ganado cuando llegue el invierno y tengan que bajar de las montañas nevadas.
Bajando de los pastos naturales de montaña, antes de estabular los mismos, pasarán unas semanas en estos prados, haciendo un repaso a los brotes de hierba que aún sean verdes.
Un cultivo importante y reconocido en la zona, son las patatas.
Todo este ambiente de hierba, prados y espacios baldíos, es ideal para una gallinácea de montaña: la perdiz pardilla (foto). Es prima hermana de la perdiz roja que vive en el monte bajo. Esta vive por encima de los 1000 metros en las montañas del norte del país. Un poco más pequeña y más discreta de colores que la perdiz roja, su dieta es similar: grano, flores, semillas, insectos…