Introducción
Pueblo que pertenece al municipio de Vilallonga. Su distribución es curiosa, ya que en lugar de mirar al Valle de Camprodon, las casas se encuentran escalonadas al abrigo de la Serra de Sant Bernabé. Distribuidas en cuatro grupos de casas separados unos de otros, en el núcleo central destaca la iglesia de Santa Llúcia, de origen románico pero muy reformada.
Bajando el callejón sale un camino sin asfaltar que llega a la Collada Verda pasando por el Pla de la Jaça (menos transitado que la pista). En este punto se conecta con el otro gran valle del Ripollès, la Vall de Ribes. También, por el Coll de Pal, podríamos saltar a la Serra Cavallera y hacia Ogassa.
Entre el pueblo de Abella y la Collada Verda se pueden apreciar los restos de lo que hace años fueron minas de antimonio, que como el resto de la comarca ya no se explotan, pero habían sido activas. Actualmente queda como testimonio las entradas de las minas, a las que por cuestiones de seguridad no es aconsejable entrar.
El paisaje es un bonito mosaico: allí donde el relieve es más suave, se disponen los prados rodeados de franjas del bosque que ya conocemos; donde es más derecho, bajo los montes, el bosque domina por completo y aparecen manchas de hayedo.