Introducción
El granado (Punica granatum), especie originaria del norte de África y del occidente de Asia, es un escaso árbol de margen, que suele nacer espontáneamente y silvestre, si bien, antiguamente, los campesinos de clima mediterráneo incentivaban su crecimiento en huertos, márgenes y otras pequeñas piezas de suelo pedregoso o no aprovechables para otros menesteres.
El árbol en sí mismo y sus frutos tienen una larga tradición legendaria y religiosa, como especie símbolo de la fecundidad y la abundancia.
Se trata de un árbol caducifolio que puede alcanzar los 5 metros de altura, denso, de hojas simples, y con ciertas espinas.
Las semillas, de un rojo rosado muy intenso, que contienen los frutos, que maduran en otoño, amarillentos o rojizos, son, una vez desgranados, un alimento exquisito propio del otoño, para acompañar ensasladas y comidas con zumo de naranja, yogur, vino dulce u otros acompañamientos. También puede servir para hacer mermeladas y jarabes.
Se trata de una fruta muy sabrosa y vitamínica que contiene potasio y ácido cítrico. Si no se recolectan en su punto, en el árbol se dañan muy pronto.