Introducción
Entraremos por primera vez en la parte más antigua del núcleo histórico de Ullà por el portal de la calle de la Muntanya, que debió ser una de las puertas que permitían la entrada al pueblo, y que delimita por el lado de levante el trazado del primitivo núcleo cerrado, de época medieval.
Este portal, y su paso estrecho por debajo de un edificio, nos conduce a una plazoleta situado justo detrás de la antigua iglesia de Sant Andreu, conocida desde el año 1182 como posesión del antiguo priorato de Santa Maria d’Ullà. Con la construcción del nuevo templo parroquial, situado a pocos metros, quedó sin culto y pasó a ser de propiedad municipal, hoy equipamiento cultural.
Seguiremos por un callejón hasta salir ante la fachada de la iglesia de Santa Maria, erigida en el siglo XVIII, con el coronamiento ondulado y la portalada típicos del barroco, y con la torre campanario inacabada. Se venera allí la imagen de la Mare de Déu de la Fossa, del siglo XII.
Bajamos las escaleras que separan la ubicación de la iglesia con la calle de l’Església y continuaremos por la calle de Sant Antoni, donde debemos fijarnos en la casa correspondiente al número 14, renacentista, construida o reconstruida en el 1512 según consta en el cargadero de una de las ventanas, con un bonito portal dovelado de punto redondo y tres ventanales en el primer piso.
Justo delante de esta casa, tomaremos la calle Jeroni Pujol, estrecha y sinuosa, con muchas casas del siglo XVII, especialmente las de los números 7 y 9, con un cargadero del 1619.
Saldremos del pueblo por la calle Major y por la calle del Camí Fondo.