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Ermita y balsas de Santa Caterina

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Arquitectura
Medio ambiente
Ficha

Introducción

Cuenta la leyenda que esta ermita se construyó a finales del siglo XIV por tres frailes monserratinos que buscaban un lugar tranquilo para servir a Dios. Desde una primera y sencilla construcción, el estado actual se debe a una multitud de restauraciones y reformas efectuadas a lo largo de su existencia, como la ampliación con las naves de los siglos XVII y XVIII. Ha sido, y en cierto modo continúa siendo, un gran centro de devoción popular en los alrededores, lo que puede comprobarse en la romería que allí se celebra cada 25 de noviembre, en el día de la santa. Según un cuento popular que se explica en la zona, los bebés procedían del fondo de las aguas del pozo que allí podemos encontrar. Es un espacio de reminiscencias literarias, ya que Caterina Albert, que escribía con el seudónimo de Víctor Català, se inspiró en el lugar para escribir su conocida novela Solitud, donde describe magistralmente, por ejemplo, dicha romería.

Algo interesante que podemos encontrar junto a la ermita son las balsas. Si bien no naturales, y posiblemente imperceptibles en un lugar más húmedo, al ser hábitats muy escasos en la zona del Montgrí, tienen cierta relevancia en relación con su aportación al mantenimiento de la biodiversidad. Favorecen la presencia de especies muy raras en la zona del Montgrí, como el tritón jaspeado (Triturus marmoratus) y el sapillo moteado (Pelotydes punctatus), pero también están la rana común (Rana perezi), la ranita meridional (Hyla meridionalis), el sapo corredor (Epidalea calamita) y la culebra viperina (Natrix maura). Aquí se han llevado a cabo trabajos para la erradicación de la gambusia (Gambusia holbrooki), especie exótica que afecta a la buena evolución de los anfibios e invertebrados autóctonos.

Imágenes