Introducción
La ermita de Santa Caterina se empezó a construir en el año 1392, cuando tres ermitaños se retiraron de Montserrat por divisiones con la iglesia. Decidieron que querían seguir sirviendo a Dios en un lugar solitario, y acabaron llegando al Montgrí donde se establecieron. Dice la leyenda que la imagen de la Santa ya se había encontrado en estas tierras y que estaba escondida en una cueva del macizo desde los tiempos en que los musulmanes se encontraban en la península. El espíritu divino fue el que guio a los ermitaños hasta el Montgrí para reunirse con la Santa. Actualmente, la Santa se encuentra en la capilla de estilo gótico y rodeada de un retablo barroco.
Por lo que se refiere a los alrededores de la ermita, nos encontramos rodeados de árboles plantados como cipreses, almendros, olivos, algún aligonero y otros árboles como pinos blancos y encinas. Al lado de la ermita encontramos dos balsas con agua donde podemos ver algunas ranas.