Introducción
Ya para acabar, nos detenemos y destacamos un último elemento arquitectónico, el antiguo molino de Bellcaire.
Este antiguo molino harinero aprovechaba la fuerza del agua para moler grano, principalmente trigo, pero también otras sémolas. El agua que recibe procede de la acequia Rec del Molí, que hace honor a su nombre. Antes la hemos seguido sin darle mucha importancia, pero ciertamente la merece. A su paso encontramos numerosos molinos que actualmente se han abandonado, y es el eje vertebrador de los importantes regadíos que existen en la zona. Si bien trae el agua del Ter, acaba desembocando en el Alto Ampurdán, concretamente en la playa del Rec del Molí, en L’Escala.
El molino tiene los orígenes en el medievo, y en los últimos años de uso servía para generar electricidad. De él quedan hoy tan solo el recuerdo y la balsa y la alberca pública que confieren una bella estampa a la calle.