Introducción
Desde aquí las vagonetas superaban su última bajada hasta la estación de Toralles, donde el carbón se cargaba en los vagones del ferrocarril que lo llevaba a Barcelona. Por un ingenioso sistema de poleas, las vagonetas llenas hacían subir las vacías, por gravedad, hasta la plaza Dolça, donde volvían a iniciar el ciclo del transporte.
Veinticinco metros después de este punto encontraremos un sendero a la derecha. Para acortar el camino podemos bajar por él. Pero atención, porque la bajada es pronunciada y tenemos que ir con mucho cuidado. El camino empedrado que sigue recto nos llevará al mismo punto, con más comodidad, pero haciendo un poco más de vuelta.