Introducción
En la edad media era conocida como Vila Nova. Fue creada a principios del siglo XIII por iniciativa de los abades Pere de Soler y, posteriormente, Ramon de Blanes, construida sobre los antiguos campos monásticos del Vinyal. Fue organizada según el esquema de las ciudades romanas: una trama de calles paralelas y perpendiculares con una plaza principal como centro. Este trazado es poco habitual comparado con otras villas medievales.
La plaza Mayor era el centro de vida social y de intercambio económico. De aquí parten las principales calles de la Villa, algunas de las cuales recibieron un buen número de artesanos, como la calle Tints ("Tintes").
Las calles tenían asignadas funciones alternas: unas eran destinadas al paso de peatones, había incluso calles insignes, por eso las fachadas eran más bonitas (Major, Comamala, Pere Planas i Jussà), las siguientes eran las destinadas a entradas de animales, carros y actividades insalubres (Pere Portussa, Ponç de Monells, Asprer i Talrich). También había calles de oficios, donde se agrupaban los gremios, de aquí nombres como calle Canonaires ("cañoneros") o calle de Els Tints ("los Tintes).
Alrededor de toda la Vila Vella encontramos los restos de la muralla que protegía la población, iniciada en el siglo XII y reforzada en varias ocasiones. Llegó a constar de 24 torres y 6 portales de acceso.