Introducción
La humedad del torrente que hemos cruzado permite crecer árboles como el fresno, el mismo roble y arbustos como el cornejo.
Todavía estamos en el dominio del robledal, pero a medida que nos alejamos hacia el sur el terreno va perdiendo humedad y se hace más áspero. Otros árboles ganan protagonismo, como es el caso del arce (Acer monspessulanum).
Pronto giraremos a la derecha. Si siguiéramos la dirección que llevamos, hacia el sur, el paisaje vegetal variaría completamente a un encinar seco y pedregoso.
Ahora el arbolito dominante es el arce de Montpellier (foto). En otoño es uno de los responsables de los colores anaranjados y rojos del bosque. La madera es de muy buena calidad para la tornería y la ebanistería, pero como no hace bosques no tiene un buen rendimiento. Las hojas se usan de forraje para el ganado. Es muy buen combustible y junto con las encinas era empleado para hacer leña. Las hojas secas aguantan mucho tiempo el color y se utilizan para ornamentar.