Introducción
Hermoso ejemplar de cabaña, sobre los márgenes de piedra, apoyada en terreno y medio cubierta por carrascas.
Aprovechar el terreno existente era frecuente para ahorrarse trabajo constructivo. La tierra sobre la cubierta reforzaba el conjunto y las plantas lo fijaban aún más.
Estas cabañas servían para guardar utensilios de mano, la comida o todo aquello que no fuera necesario cargar cada día.
Era un lugar para guarecerse de la lluvia pero también del fuerte calor en las horas centrales del día en verano. Servían también para pasar la noche cuando los trabajos en el campo eran de sol a sol. Sobre todo cuando había viña. Fueron funcionales entre el siglo XVIII y mitad del XX.