De Riudecols a Les Irles

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De granito y encinas

Iniciamos la ruta desde el pueblo de Riudecols que atravesamos de reojo por el lado de la fuente de los Canalots y los lavaderos, y enseguida vamos subiendo por una pista forestal sin mucha dificultad. Durante la subida nos acompañan los cultivos abandonados en épocas pasadas y podremos ver bosques en diferente estado de maduración. No podemos dejar de nombrar  a los alcornoques. Mientras seguimos subiendo, entramos ya en un bosque de encinas más maduro recorriendo el sendero que nos irá llevando al punto más alto de la ruta.

La agricultura es la base económica tradicional de Riudecols. Destaca su aceite con DO Tarragona y DO Siurana y también la Avellana de Reus. Aún así, buena parte del territorio es improductivo y esto se hace patente durante todo el recorrido, ocupado por el bosque o matorral. Hay que decir que en 1849 Madoz menciona dos molinos de aceite, tres de harina y una fábrica de aguardiente. Se criaban, además, rebaños de lana y de cerdos.

Desde la altura ya podemos ver el pueblo de Les Irles en una pequeño valle. Coronando la cresta, la explotación minera de Puig Marí donde los materiales del Paleozoico son extraídos impactando en la vista.

Perdemos altura rápidamente por un sendero en terreno más arenoso y afloramientos de granito hasta llegar a la antigua carretera nacional. Pasamos por el lado de una imponente construcción ahora en peligro de derribo, el Mas de la Coixa, vestigio también de épocas mejores para la vida del campo. Cruzamos la carretera por el paso subterráneo y llegamos a Les Irles, un bonito pueblo que atravesaremos para salir hacia un camino que más adelante se hace pista, y siguiendo la riera de Riudecols, entre campos de avellanos aún productivos, llegaremos de nuevo al pueblo.