Introducción
Los pinares de pino silvestre (Pinus sylvestris) ocupan una parte importante del Lluçanès, y aquí tenemos una buena muestra. Este pino, llamado rojo por el color rojizo de su corteza, hace unas piñas pequeñas si las comparamos con las piñas de pinos más mediterráneos como el pino blanco o el pino piñonero. El tronco puede alcanzar los 35 metros de altura y es muy recto ya que tiene un crecimiento monopólico, que quiere decir que sólo crece por el extremo superior.
Una de las curiosidades más destacables de esta especie es su amplia distribución. En Catalunya no es el árbol más común, pero lo encontramos a menudo en zonas de montaña o de interior un poco elevadas, buscando zonas más bien frías. Ahora bien, podemos encontrar pinos rojos desde la península Ibérica hasta la Siberia Oriental, siendo así una de las especies de árbol más significantes de Eurasia.
En este tramo podemos ver que se ha talado un pinar de pino rojo. Aunque nos pueda saber mal, el pino rojo hace una de las mejores maderas ya que su crecimiento monopódico hace que sea muy fácil de trabajar. El hecho de que se aprovechen estos bosques no hace menos interesante la biodiversidad que podamos encontrar en este paisaje, siempre que se haga de manera sostenible.