Introducción
Presentes desde el siglo X, vale la pena darnos cuenta de cómo se aprovechaba hasta hace poco el desnivel de la riera, en este último tramo de pocos kilómetros hasta llegar al margen del risco. Toda una serie de molinos y saltos se suceden hasta el salto de Sallent. Eran molinos harineros donde se molía cereales para hacer harina y, más tarde, para el ganado. Las riadas de 1940 los dañaron.
Entrando en el pueblo, el molino del Soler y, más abajo, el molino de Marander, que aún funcionaba en 1971. Ahora nos encontramos en el molino del Rodor, donde vemos huellas de la antigua esclusa (pared y agujeros en el suelo) y un canal de conducción de agua.