Introducción
DERECHA, hacia arriba.
Este es el trazado del GR-11 que hace los Pirineos de mar a mar. Aprovecha el antiguo camino ganadero que comunica con Setcases (12,5 km; 4 h 10 ') pasando por debajo del monte de Sistra (1.989 m) y saltando en el valle del Ter por el collado de Lliens.
La ganadería de montaña, en el siglo pasado, era de vital importancia para esta gente. Los animales no sólo eran para producir carne o leche (vacas, ovejas, cabras), sino que también servían para trabajar los cultivos y para cargar (bueyes, mulos, mulas). Se llevaban del corral de las casas a los campos a guardar; debían moverse entre campos y a menudo se llevaban a pastos más lejanos donde se estaban durante el buen tiempo.
Estos caminos eran las vías de comunicación que ataban los pueblos entre sí, su gente y al mismo tiempo el tránsito del ganado a los pastos. A menudo estos caminos están limitados con muros de piedra, setos vivos o muertos de avellanos, para evitar que los animales pudieran entrar en campos de otra propiedad.
El espacio que queda entre el camino y los campos de hierba, se llena de flores silvestres de todos tipos, colores y olores. La primavera es el mejor momento para darse cuenta. Vale la pena llevar un libro y probar de identificar: el trébol, el orégano, el llantén, la bistorta o el geranio de bosque. Ah, y si nos gustan las mariposas, veremos que estos lugares son los mejores para verlas. Son rincones que contribuyen de manera notable a mejorar la biodiversidad.
La milenrama (foto), también dicha hierba de los cortes por su poder cicatrizante, crece en estos bordes de prados de siega.