Introducción
Cuando llega la primavera y se funde la nieve, renace un mosaico de mil colores.
La flora subalpina incluye una gran riqueza de especies, de todas la medidas y colores. Encontramos flores grandes como el lirio de los pirineos (Lilium pyrenaicum), o tan pequeñas que se agrupan para ser visibles, como la bistorta (Polygonum bistorta) o las gencianas (trompetas azules arras de tierra).
Os presentamos dos de bien comunes: el azafrán de otoño (Crocus nudiflorus) y el regaliz de monte ( trifolium alpinum) (fotos)
El azafrán de otoño se encuentra hasta los 2200 m de altura. Florece en otoño (set-nov), justo después de una buena lluvia. Es muy resistente al frio y a menudo se le ve en flor entre las primeras nieves.
El regaliz de monte puede llegar a encontrarse hasta los 2800 m. La flor es de unos 2 cm, aromática y ubicada al final de un pedúnculo floral de unos 10 cm de longitud. El color puede variar entre rosa y blanco. Florece en verano (jun-ago). La raíz es comestible y tiene un gusto dulce que recuerda el regaliz.
En estos prados encontramos también setas tipo senderuelas (Marasmius oreades) que hacen rollos como las blanquillas (Calocybe gambosa) y algunos champiñones.