Introducción
El camino por donde pasamos une la población de Torroella de Montgrí con la ermita de Santa Caterina. A nuestra izquierda los muros de piedra seca estabilizan el terreno y en algún tramo se conserva un pequeño empedrado.
Durante los siglos XVII y XVIII las guerras y las pestes convirtieron Santa Caterina en un lugar importante de devoción popular principalmente para los habitantes de Torroella de Montgrí. Estos agradecían a la Santa que los protegiese de los males y por esto se desplazaban, por este camino, hasta la ermita donde celebraban un encuentro cada 25 de noviembre. Esta tradición se conserva hasta la actualidad, en que gente de diversos pueblos de los alrededores se desplaza en noviembre a Santa Caterina para comer con familiares y amigos.