Vuelta al Gra de Fajol

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Cabeceras del Ter i del Freser.

Dejamos el coche en el llano de la Molina, inicio del valle de Carlat que baja hasta Setcases, para remontar el río Ter por el antiguo camino ganadero de Ulldeter.

Iremos subiendo, como se hacía antes de la carretera, entre bosques de pino negro, junto al río Ter, todavía virgen, sin las aportaciones que lo convirtieron en el río más importante para el desarrollo industrial del Ripollès y de Osona.

Pasaremos por debajo del hoyo de la Olla y el estrecho de Morens, y, llegando a los primeros aparcamientos de las pistas de esquí, bajo el monte de Els Lladres, ya podremos disfrutar de hermosas vistas de los picos cercanos y del valle de dónde venimos.

Iniciamos la subida al refugio de Ull de Ter por un sendero muy trillado, cruzando olorosas landas de piorno en primavera, de cara al Gra de Fajol grande. Una vez en el refugio, las vistas mejoran y notamos cómo el bosque subalpino de pino negro pasa a ser más ralo y va desapareciendo para dar paso a los prados alpinos. Al final del llano que hay sobre el refugio, podremos elegir si hacer una pequeña vuelta para ir a ver las ruinas del antiguo refugio, el primero del estado español (1909), y también los pequeños embalsaderos de los alrededores de la surgencia del Ter o seguir recto hacia el collado de la Marrana.

En un santiamén, el camino nos deja ver el circo de Ulldeter al completo. La cabecera de origen glaciar del Ter. Del Gra de Fajol hasta el monte de la Llosa, pasando por Bastiments. Detrás el Canigó y, a la derecha del todo, la parte final del Costabona.

Arriba en el collado se nos abre otra cuenca, la del Freser, también circo glaciar con largas "comes" (valles glaciares) como la del Freser o de Vaca, y crestas que lo cierran desde el Bastiments hasta el Torreneules pasando por el Pic de l'Infern.

A nuestra izquierda el Gra de Fajol grande y más allá la cresta que separa las dos cuencas (Ter y Freser), con las Borregueres y el monte de Pastuira sobre Setcases. Ahora es el momento de disfrutar de los prados alpinos, la fauna y la flora que seguro, si no tenéis prisa, iréis descubriendo. Rebecos, muflones, marmotas o aves como las águilas doradas, las grajillas, acentor alpino, colitis y mirlos roqueros, todos ellos adaptados a estos ambientes de prados y roquedos de la alta montaña.

Flanqueamos bajo los canchales del Gra de Fajol, hasta el collado de la Coma de l'Orri, para maravillarnos de las espectaculares vistas del valle y de las cumbres de la Alta Garrotxa al fondo.

Ahora ya iremos bajando de aprisco en aprisco, donde pastan las yeguas en verano, entre bosques discontinuos, canales y paredes rocosas de las laderas de las Borregueres a un lado y el Gra de Fajol pequeño al otro.

Volveremos a entrar en contacto con el bosque de pino negro pasando por un paisaje dantesco donde el agua se lleva la parte del monte desprotegida: las terreras del Gra de Fajol. Estos bosques son el hábitat idóneo para la cría de aves tan importantes como el urogallo, el pito negro o el búho pirenaico.

Por último, sin daros cuenta de ello, llegaremos a uno de los abetales más orientales del Pirineo catalán. El abetal de Queràs.