Vuelta por Llessui, Saurí y Bernui

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Pueblos de pastores, pueblos sin bosque

Salimos de Llessui, formado por dos vecindarios, el de arriba, y La Torre, el de abajo, ambos con su iglesia.

Enseguida, encarados a las sierras de Altars y de la Mainera, que nos separan de La Vall Fosca, empezamos a bajar dirección Saurí por un camino empedrado que baja entre los campos de pasto y los huertos del pueblo, reseguido de hierbas medicinales y la sombra de algún fresno que aún no se ha cortado. Cruzamos un par de veces la carretera y entramos en el pueblo de Saurí por el lado de la iglesia.

De este punto hay buena vista a la umbría de Saurí, que separa el Valle de Àssua del Batlliu. En la Sierra de Altars, una pequeña construcció y unos palos nos recuerdan que hubo una estación de esquí.

Cruzamos Saurí por viejas calles en pendiente, por el lado de la iglesia, la antigua cárcel, la plaza y los bonitos lavaderos donde hasta hace poco todavía se lavaba ropa. Al llegar a la parte baja, nos encontramos con el antiguo horno comunal.

Ahora, por el lado del panel, vamos dirección Bernui. Otro camino viejo para unir pueblos y para llevar los animales a los prados. Es un camino llano, entre campos y páramos abancalados, con rincones frescos de bosque al cruzar los barrancos.

Pronto veremos Bernui, también con la iglesia en lo alto. Seguimos encarados a levante hacia Rialp y las antenas de la Torreta de l’Orri sobre Sort, como referencia.

Cruzaremos Bernui, entre casas bien arregladas y porches. Alguna importante como Casa Alegre, una de las casas fuertes del Valle, donde aún se conserva el balcón circular desde donde el cura hacía el sermón en Fiesta Mayor y el día de Corpus.

Ahora ya, saliendo del pueblo, comenzaremos a subir para ir dando el vuelco hacia Llessui. Podemos encontrar algún tramo de camino con escaramujos que dificultan el paso.

Cruzamos la carretera y atravesamos los llanos de Bernui para ir a buscar el camino viejo que sube de los pueblos de Sorre y Altron. El ambiente es de solana. El bosque que separa los prados de los pueblos y las vertientes peladas de arriba la montaña, aquí no está. Hay poca vegetación. Las vistas atrás son un balcón a los llanos de Bernui y la entrada del valle; delante, nuevamente la sierra de poniente, que nos separa de La Vall Fosca, identificando diferentes bultos o colinas, siendo el de Pamano el más diestro. Después vendría el collado de Triador, paso natural para bajar en Espui, ya dentro de La Vall Fosca.

El camino tiene tramos con muros y empedrados, así como rincones con afloramiento de roca natural y muchas plantas aromáticas y medicinales.

Pasada una capilla protegida por un desplome de roca, sólo nos queda una corta pero fuerte subida hasta la carretera que, en un santiamén, nos deja al pueblo.