Introducción
Llanos, costas y cerros
Tona es un cruce de caminos que atraviesan un paisaje de campos verdes y colinas grises donde se ubican nuestros monumentos: hitos de valor arqueológico e histórico que explican la vida de su gente.
Os proponemos una ruta de ocio y cultura para disfrutar del paisaje típico de la llanura y de nuestro patrimonio local.
En esta ruta os invitamos a interpretar los diferentes paisajes y ambientes vegetales de los alrededores de Tona mientras vamos pasando al lado de patrimonio arquitectónico relevante. Al final, para tener una visión en conjunto, disfrutaremos de las fantásticas vistas del mirador sobre la colina de El Castell.
Es una ruta fácil pero el final, dar la vuelta a la colina de El Castell y subir arriba, podría ser motivo de una salida diferente. Os avisaremos cuando sea el momento y, si estáis cansados, siempre lo podéis dejar para otro día.
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TipologíaCircular horario
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DificultadFácil
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Duración3 horas
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Pendiente340.00 meters
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Distancia9.80 km
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TemaFlora y faunaGeologiaArquitectura y medioPaisajístico
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ActividadA pieEn bicicleta
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Valoración
Gráfico de pendiente
Descripción
Llanos, costas y cerros
Salimos de Tona dirección sur, hacia los llanos de Vilageliu. Entre campos de cereales, unas magníficas vistas de la sierra de poniente y las antenas de Collsuspina y, al otro lado del Congost, el macizo del Montseny, donde destacan: la elevación del castillo de Tagamanent, el llano de la Calma y la cima del Matagalls.
Nos damos cuenta de que el paisaje agrícola no es uniforme sino que se alterna con bosques que encontramos en diferentes ubicaciones.
De repente, después de atravesar uno de estos bosquecillos sombríos, llegamos a la ermita de Sant Miquel de Vilageliu, una de las masías más antiguas del término. De ahí, iremos a buscar el linde con el municipio de Balenyà, que coincide con el torrente Güells. Es en este torrente donde encontraremos un rinconcito singular, tanto por el desfiladero del torrente como por el acueducto, que llevaba agua a la masía cercana de Can Barbat.
Volvemos hacia Tona pasando por debajo de la costa del Vilar y descubrimos los terruños grises formados por margas de hace 60 millones de años. Por encima de estas costas vuelven a haber llanos fértiles con más campos y masías. Así hasta llegar a la meseta del Moianès.
Entramos de nuevo en el pueblo pasando por casas acomodadas y al lado del único balneario testigo de aquella época (finales s. XIX - principios del s. XX) de bañistas que venían a Tona hacer salud y que, con el tiempo, convirtieron la población en un importante centro de veraneo.
Seguimos con vistas a hermosos paisajes de otros llanos y costas por el lado noroeste del término hasta llegar al punto donde tendremos que decidir si desviarnos hacia el inicio o seguir dando la vuelta a la colina de El Castell.
La vuelta a la colina, atravesando las diferentes orientaciones y captando su vegetación, es recomendable, pero todo depende de si estáis cansados. Hay que pensar que necesitaréis una hora larga, más si después de dar la vuelta queremos subir la colina.
Una vez dada la vuelta, atravesando el robledal, los terreros de margas y un parque emblemático del pueblo donde se representa el pesebre viviente en Navidad, pasamos junto a la ermita de Lurdes. Nuevamente podemos decidir si seguir el camino hacia el inicio o subir la colina para disfrutar del llano de El Castell y sus vistas.
Vale mucho la pena conocer el llano de El Castell, lugar donde debían estar los primeros pobladores de Tona, visitar la iglesia de Sant Andreu y disfrutar de las vistas sobre el pueblo, el núcleo medieval de la ermita de Lurdes, la llanura de Vic con pueblos y cerros testigo y los relieves montañosos que la rodean.
Consejos
TRAZADO
- Por pista fácil. Un sendero da la vuelta la colina de El Castell.
- Fácil pero por su longitud y la parte final de la colina de El Castell, puede ser un poco cansado.
- Hay diferentes opciones para evitar la última parte.
- No hacer caso de las señales blanco y amarillas del PR-C43. No lo seguimos.
- Si lo hacéis en bicicleta, sería mejor evitar los senderos de acercamiento al acueducto y de la vuelta a El Castell.
- En el acueducto, hay que dejar la bici en el camino e ir a pie (50 m). En El Castell, subiremos directamente por la pista que sale de la ermita de Lurdes, evitando dar la vuelta por el sendero (es una zona protegida, pequeña y frágil).
AGUA
- No encontraremos fuentes. Importante llevar agua, recorrido largo.
PRECAUCIONES
- Respetad la propiedad privada.
- Mucho cuidado al pasar sobre el acueducto.
- Atención, si subís al llano de El Castell, con los riscos.
- Las pistas pueden estar transitadas. Hay que vigilar. Sin embargo, prestad atención al pasar por las calles del pueblo.
METEO
- Evitar las horas centrales de los días de calor en verano.
- Los días con niebla deslucen las vistas sobre el llano de El Castell.
- Los días de viento también serán incómodos desde este lugar.
MATERIAL
- Protección solar en verano. Gafas, crema, gorra, etc.
- Calzado cómodo para caminar.
- Máquina fotográfica.
- Un plano ayudará a saber dónde nos encontramos y a identificar el paisaje desde el mirador de El Castell.
- Si se hace en bicicleta, hay que llevar material de protección personal. Casco y guantes. No olvidéis agua y herramientas básicas para reparar pinchazos.
OTROS EQUIPAMIENTOS
- Encontraréis diferentes paneles informativos sobre la naturaleza, el llano de El Castell y la vegetación alrededor de la colina de El Castell.
- A lo largo del recorrido encontraréis postes indicadores que servirán para conocer las direcciones de otros lugares.
- Ante la Escuela de Hostelería, el sendero que rodea la colina de El Castell incorpora información botánica de las plantas más representativas.
- Al terminar pasaréis al lado del Museo y Centro de Interpretación del Camp de les Lloses.
- En el pueblo de Tona, en el parque Roqueta, encontrará mesas de pícnic.