Introducción
Un paseo por el modernismo Sancugatense
Esta interesante propuesta nos invita, paseando por el casco urbano de San Cugat, a conocer un poco más de cerca las singularidades del movimiento arquitectónico modernista en la ciudad.
Conoceremos siguiendo esta ruta detalles y anécdotas de los edificios modernistas más destacados de San Cugat.
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TipologíaCircular antihorario
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DificultadFácil
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Duración50 minutos
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Pendiente36.00 meters
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Distancia2.90 km
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TemaArquitectura y medio
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ActividadA pie
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Valoración
Descripción
Un paseo por el modernismo Sancugatense
La ciudad de San Cugat del Vallés, que se convertiría en ciudad en 1978, tuvo hasta mediados del siglo XX una actividad fundamental en la agricultura, y especialmente en la viña, cultivo desarrollado de manera significativa después de la Guerra del Francés y, sobre todo, al abrirse, en 1877 la carretera de Gracia, que favoreció el comercio con Barcelona y sacó San Cugat de su aislamiento.
En 1888, sin embargo, con la aparición de la filoxera, el crecimiento económico sufrió una fuerte sacudida. Se atribuye a este hecho el estancamiento de la actividad constructora y la ausencia de una burguesía rural local de economía bastante saneada para dar un impulso modernizador a la villa, paralelo al que se había puesto en marcha en otras poblaciones. Este hecho no permitió la construcción de grandes edificios ni la aparición de un núcleo artístico autóctono. El modernismo que había estallado en Barcelona entre 1888 y 1900 llega a San Cugat con retraso, tardando unos 10 años en irse introduciendo.
Sin embargo, San Cugat experimentó un crecimiento urbano fruto de la mejora de las comunicaciones con Barcelona y de la llegada de veraneantes, convirtiéndose este en el marco inicial de la arquitectura modernista en la villa. La desvalorización de la tierra y la proximidad con la capital estimularon algunos barceloneses a hacer inversiones de cara a la promoción de un turismo de temporada que levantara, tanto en la zona más cercana a la villa como en las laderas de la sierra de Collserola, torres de veraneo.
La carretera de Gracia se convirtió en un camino bidireccional, es decir, que empiezan a llegar familias acomodadas barcelonesas a la villa para pasar las vacaciones. Primero ocuparon casas vacías, debido a la emigración provocada por la filoxera, en la calle Sabadell, en la calle del Carmen. Los agricultores del pueblo habían abandonado las tierras y habían ido a buscar trabajo a Barcelona, que en ese momento necesitaban mano de obra para la construcción del puerto y del Ensanche.
En 1879 el Ayuntamiento aprobó la urbanización del Pla del Vinyet (Ensanche Sur), una trama ortogonal que no tiene continuidad con la del casco antiguo y eso hace que los recién llegados no tengan mucha relación con el pueblo. El Ensanche se construye sobre las viñas abandonadas, para acoger la incipiente burguesía local y captar nuevos veraneantes. Era una urbanización más allá del arroyo que dejaba un espacio vacío entre el nuevo barrio y el pueblo.
En principio, los veraneantes encontraron una villa en unas condiciones muy precarias: calles sin empedrar y estrechas, alumbrado de gas acetileno insuficiente, falta de alcantarillado, falta de lavaderos públicos, servicios deficientes, viviendas modestas, la poco higiénica ubicación del cementerio municipal y sin las comodidades habituales de la ciudad. Sin embargo, la ciudad fue modernizándose despacio.
Los edificios construidos en la villa durante los inicios del modernismo, fueron promovidos por gente del pueblo, campesinos ricos, que abandonaron el modelo tradicional rural y que optaron por estéticas consagradas, sin innovaciones modernas.
La urbanización de la Arrabassada se iniciará en 1896 y dará lugar a la construcción de viviendas de segunda residencia. A principios del siglo XX llega una segunda oleada de veraneantes. San Cugat empieza a considerarse un lugar ideal: pueblo campesino presidido por el monasterio, espacio sin industria y saludable, cerca del bosque. Encajaba perfectamente con los ideales higienistas. El municipio apoyó la ola constructiva de tipo residencial y no industrial.
En 1917 se abre una nueva etapa para que llegue el ferrocarril a San Cugat. Se reduce entonces el tiempo de viaje y muchos veraneantes pasan de estar temporalmente en la ciudad para vivir permanentemente y trabajar en Barcelona. Asimismo se urbanizan antiguas viñas marginales, como la Floresta o Valldoreix.
Consejos
Trazado:
- trazado urbano, con tramos exclusivos para peatones y otros compartidos con vehículos y bicicletas.
Agua:
- en San Cugat hay fuentes y establecimientos para poderse avituallar tras el paseo.
Precauciones:
- en los tramos compartidos habrá que estar alerta con los vehículos. Cuidado con los niños.
Otros equipamientos:
- San Cugat dispone de todos los tipos de equipamientos de primera necesidad.
Guárdate la ruta
Que ver en: MODERNISMO ENTRE ARBOLES SINGULARES
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